¿Qué es la podología?
La podología es una rama de la medicina que se centra en el estudio, diagnóstico y tratamiento de las afecciones del pie. Es especialmente importante para las personas mayores, ya que pueden experimentar una serie de problemas en los pies debido a la edad y otros factores.
¿Por qué es importante la podología en las personas mayores?
La podología es importante en las personas mayores por varias razones:
Prevención de caídas: Las personas mayores pueden tener dificultades para mantener el equilibrio y caminar con seguridad. Los problemas en los pies pueden aumentar el riesgo de caídas, lo que puede provocar lesiones graves. La podología puede ayudar a prevenir las caídas al tratar los problemas en los pies y proporcionar calzado adecuado.
- Detección temprana de enfermedades: Los problemas en los pies pueden ser un síntoma de enfermedades más graves, como la diabetes o la artritis. La podología puede ayudar a detectar estas enfermedades en una etapa temprana, lo que puede mejorar las posibilidades de tratamiento y recuperación.
- Mejora de la movilidad: Los problemas en los pies pueden hacer que sea difícil para las personas mayores moverse y participar en actividades cotidianas. La podología puede mejorar la movilidad al tratar los problemas en los pies y proporcionar calzado adecuado.
Problemas Comunes en los Pies de las Personas Mayores: Causas
- Pérdida de elasticidad de la piel. Con el envejecimiento, la piel de los pies pierde elasticidad, lo que puede provocar sequedad y agrietamiento. Esto puede aumentar el riesgo de infecciones y problemas más graves si no se trata adecuadamente.
- Problemas de circulación sanguínea. Las personas mayores pueden experimentar una disminución en la circulación sanguínea en los pies, lo que puede provocar entumecimiento, hormigueo y dolor. La mala circulación también puede aumentar el riesgo de úlceras y otras lesiones.
- Deformidades en los pies. Con el paso del tiempo, es común que los pies sufran deformidades como juanetes, dedos en garra o pie plano. Estas deformidades pueden causar dolor y dificultad para caminar, y pueden requerir tratamiento especializado para su corrección.
- Caídas y lesiones. La pérdida de equilibrio y la disminución de la fuerza muscular en las piernas y los pies aumenta el riesgo de caídas y lesiones en las personas mayores. Esto puede provocar fracturas y otros problemas graves, y puede afectar significativamente la calidad de vida.
Mecanismos de prevención: Cómo cuidar los pies.
- Mantener los pies limpios y secos. Es importante mantener los pies limpios y secos para prevenir la acumulación de bacterias y hongos que pueden causar infecciones. Secar cuidadosamente los espacios entre los dedos de los pies y utilizar calzado transpirable son buenas prácticas para mantener los pies secos.
- Usar calzado adecuado. El calzado adecuado es esencial para prevenir las lesiones y deformidades en los pies. El calzado debe ser cómodo, transpirable, con un buen soporte para el arco y un ajuste adecuado para evitar el deslizamiento o la fricción excesiva.
- Realizar ejercicios para los pies y las piernas. Los ejercicios para los pies y las piernas pueden ayudar a mantener la fuerza muscular y la flexibilidad, lo que puede mejorar el equilibrio y prevenir las caídas. Los ejercicios simples como caminar, subir escaleras y levantar los dedos de los pies pueden ser efectivos para este propósito.
- Realizar chequeos regulares de los pies. Los chequeos regulares de los pies son importantes para detectar cualquier problema temprano y recibir el tratamiento adecuado. Los profesionales de la podología geriátrica están capacitados para examinar los pies de las personas mayores y proporcionar recomendaciones de cuidado personalizado.
¿Cuándo debería ir al podólogo?
- Dolor en los pies: Si siente dolor en los pies de manera constante o recurrente, es importante visitar a un podólogo. El dolor puede ser causado por diferentes factores, como una lesión, una deformidad o una enfermedad.
- Cambios en la piel: Si nota cambios en la piel de los pies, como ampollas, manchas, enrojecimiento, picazón o descamación, puede ser una señal de una infección o una enfermedad de la piel.
- Dificultad para caminar: Si tiene dificultad para caminar o mover los pies, es importante visitar a un podólogo para detectar cualquier problema que pueda estar causando esta dificultad.
- Deformidades en los pies: Si nota alguna deformidad en los pies, como dedos en garra, juanetes, uñas encarnadas o callosidades, es importante visitar a un podólogo. Estas deformidades pueden causar dolor y afectar la movilidad.
- Diabetes: Las personas con diabetes tienen un mayor riesgo de sufrir problemas en los pies, como neuropatía periférica y úlceras. Por eso, es importante que las personas con diabetes visiten a un podólogo de manera regular para detectar cualquier problema en una etapa temprana.
En conclusión, la podología es una rama importante de la medicina que se enfoca en el estudio, diagnóstico y tratamiento de las afecciones del pie. Es especialmente crucial para las personas mayores, ya que los problemas en los pies pueden afectar significativamente su calidad de vida y aumentar el riesgo de lesiones graves. La prevención, el cuidado y los chequeos regulares de los pies son fundamentales para mantener la salud y la movilidad en las personas mayores. Por lo tanto, es esencial acudir a un podólogo ante cualquier dolor, deformidad o cambio en los pies, para recibir un tratamiento adecuado y personalizado. En resumen, la podología es una disciplina vital para mantener la salud y el bienestar en todas las etapas de la vida.
Las y los profesionales de atención sociosanitaria que forman parte de equipo Cuidamos Mundi, tienen los conocimientos y la experiencia en el cuidado de personas mayores, con o sin patologías. En su trabajo diario en la atención de personas dependientes, realizan un trabajo de prevención ante posibles problemas en los pies que puedan sufrir las personas mayores a su cuidado. Estas tareas son las siguientes:
- Comprobar que los pies no sufren rozaduras, inflamaciones o rojeces. Y si se detectan heridas, acudir al profesional médico.
- Higiene e hidratación diaria de los pies.
- Movilizaciones y ejercicio para mejorar la circulación, así como evitar posturas no adecuadas.